LA EMANCIPACIÓN DE LOS JÓVENES

observatorio AQUÍ. En este blog del observatorio de Injuve, podemos leer el siguiente  artículo:

Jóvenes y emancipación en España

29/10/2012

Los jóvenes españoles no dejan fácilmente el hogar familiar, porque no quieren perder calidad de vida. Es el efecto principalmente de la crisis económica pero también de las características socioculturales de nuestro país.

Recientemente se ha presentado el estudio "Jóvenes y Emancipación en España", realizado por la FAD.

Como primera cuestión hay que decir que la edad media de emancipación de los jóvenes españoles se sitúa cada vez más cerca de los 30 años, lo que convierte a nuestros jóvenes en los que más tarde se van del hogar familiar, junto con los italianos, en el espacio europeo. Además los procesos emancipatorios son plurales y fragmentados, no obedecen a una pauta colectiva.

Uno de los motivos principales es la gran crisis económica iniciada en 2008, pero existen otros condicionantes importantes, como son las características culturales (modelos familiares y modelos de emancipación) y las relacionadas con la vivienda (escasez de viviendas en alquiler y precios muy altos, tanto en alquiler como en propiedad).

Desde la perspectiva económica, la crisis internacional está afectando fundamentalmente a dos indicadores estructurales (paro y vivienda) que condicionan y dificultan la posibilidad de emancipación juvenil. De hecho, según datos de 2010, sólo el 46,8% de los jóvenes españoles de 25 a 29 años está emancipado.

También se destacan las características culturales propias del país, entre las que se encuentra una tradición familista en la que la familia también interviene en los procesos de emancipación de sus miembros más jóvenes. Otra característica es la escasa tendencia a la movilidad geográfica, de modo que los adultos emancipados tienden a vivir cerca de sus familiares.

Con respecto al modelo emancipatorio, según las conclusiones de esta investigación, se produce en complicidad con la familia y sin conflictos; se vive como punto de inflexión en la vida y no como proceso. Además no se identifica independencia con emancipación: se puede vivir la independencia en el seno de la familia de origen y, por el contrario, se puede estar emancipado y seguir dependiendo por cuestiones de supervivencia. En definitiva, el joven o la joven no desea perder su estatus económico.

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